El Observatorio Cubano de Derechos Humanos exigió el cese de la represión contra Luis Manuel Otero Alcántara y el Movimiento San Isidro, y el fin de la campaña de odio desatada por el régimen.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) documentó en abril más de mil (1018) acciones represivas contra activistas de derechos humanos y periodistas independientes, de las cuales 206 fueron detenciones arbitrarias, incluyendo 13 con uso grave de violencia. En tal sentido, abril es el peor mes en lo que va de 2021.
Sitiar viviendas de activistas, de forma arbitraria, volvió a ser la matriz represiva predominante, con 475 casos. Es también la peor cifra en el último año. Además, se produjeron amenazas, hostigamientos, multas, agresiones físicas, allanamientos de casas, citaciones y actos de repudio, entre otras actuaciones de la policía política cubana.
Las provincias más afectadas fueron La Habana, Santiago de Cuba, Matanzas y Villa Clara, de acuerdo con los datos recopilados en la isla por la red de activistas del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
«Cuba es un país emprobrecido y reprimido. El congreso del Partido Comunista ha obedecido a una dinámica de lucha interna por el poder. Para los problemas de la población, no ha habido respuesta. El gobierno tiene que cambiar el rumbo de sus actuaciones de manera inmediata y comenzar a respetar los derechos humanos de todos los cubanos», afirmó Yaxys Cires, director de Estrategia del OCDH.
El reporte de abusos contra los derechos humanos coincide con la huelga de hambre y sed que protagoniza el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, para protestar contra el permanente asedio de su vivienda en La Habana.
«Pareciera que el país está entrando en un momento de definiciones y el gobierno pretende controlar la realidad por medio de más represión; intentar el asesinato de reputación en el caso de Otero Alcántara y otros activistas, para que cesen en sus demandas y articulaciones solidarias, es ejemplo de ello. Exigimos al gobierno que renuncie a la represión contra el Movimiento San Isidro y el fin de la campaña de odio desatada contra el activismo independiente», añadió Cires.