Madrid, 31 de diciembre de 2017
Excma. Sra. Dª Federica Mogherini
Alta Representantes de Asuntos Exteriores y Seguridad de la Unión Europea.
Dentro de pocos días usted realizará un viaje a Cuba que, según medios de prensa, tendrá como propósito “reconfirmar la fuerte relación” existente entre la isla y la Unión Europea (UE). Por este motivo, el OCDH quiere presentarle algunas consideraciones sobre la actuación de la UE con respecto a Cuba, que a nuestro parecer suspende su juicio moral y soslaya exigencias que son preceptivas en la relación entre los estados miembros y de estos con el resto de naciones.
En primer lugar, pareciera que la etapa surgida a raíz del establecimiento del nuevo marco comercial y diplomático con el gobierno cubano, insistirá en el error de ser un proceso para hablar de los cubanos, pero no con los cubanos, sino a espaldas de los cubanos. A no ser que Ud. crea -y lo decimos con todo respeto- que Cuba es solo y exclusivamente su gobierno.
Pero tanto como lo anterior nos preocupa sobremanera lo que pareciera un empecinamiento de la UE, arrastrada por no sabemos quien, en abdicar de ejercer una influencia activa a favor de la democratización y los derechos humanos en Cuba.
El OCDH en más de una ocasión ha denunciado por carta o de manera presencial en las instituciones europeas el persistente clima de violaciones a los derechos humanos existentes en Cuba, injusticias y arbitrariedades que no serían ni por asomo toleradas por la UE en ninguno de sus estados miembros. ¿Sabe Ud. que en Cuba durante 2017 se cometieron más de 4.800 detenciones arbitrarias y que en sus cárceles hay cerca de 114 prisioneros políticos incluyendo prisioneros de conciencia como el doctor Eduardo Cardet? Sin embargo, su oficina siempre ha respondido con “respuestas hechas” o con “regalos» como afirmar en su informe anual de Derechos Humanos en el Mundo (2016) que Cuba “es una democracia de partido único”, declaración que soslaya valores políticos y de convivencia establecidos en Occidente tras décadas de difíciles pruebas, para aceptar de manera tranquila lo que hay establecido en Cuba. ¿Es que la UE está redefiniendo lo que es la democracia de una manera tan relativista? ¿Sabe usted que en los últimos meses en esa proclamada “democracia con apellido” no se le permitió a ninguno de los candidatos independientes ni siquiera nominarse para las elecciones municipales? derecho electoral que el propio vicepresidente del país había expresado que iban a impedir, además de cualquier otra manifestación de la sociedad civil independiente. ¿Es esto lo que debemos entender ahora como democrático para la Unión Europea?
Podemos entender las inquietudes y razones que cada estado europeo pueda tener frente a nuestro presente y futuro; presumimos que responden a lo que consideran mejor para el pueblo cubano. Pero la mejor y más buena voluntad, cuando se convierte en voluntarismo y se parcializa, puede conducir a grandísimos errores.
Nosotros también estamos a favor del diálogo político. Pero no del diálogo sin exigencias, como desde Europa se ha establecido.
Sería un error lamentable si la UE no rectifica y sigue viendo las dificultades de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, como una oportunidad para fortalecer sus posiciones geoestratégicas, máxime cuando esto se hace en detrimento de sus fundamentos y posiciones históricas. ¿Acaso creen que van a competir en pragmatismo y hasta en “fidelidad” con Rusia, por ejemplo?
En cualquier caso, nosotros no entendemos que el bien de los cubanos desde el punto de vista social, económico, político y cultural pueda realizarse en un contexto de represión y limitaciones a los derechos y libertades fundamentales, como el actual. O que la UE para hacerse presente en la geopolítica tenga que dejar de ser Europa; o al menos tenga que abandonar los valores que la han hecho un ejemplo para el Mundo.
Respetuosamente,
Alejandro Gonzalez Raga Elías Amor Bravo
Director Ejecutivo OCDH Presidente
Para leer el texto en inglés: Dr Federica Mogherini