Al menos 3.157 detenciones arbitrarias se produjeron en Cuba en 2019, una cifra superior a la del año precedente.
El pasado año se caracterizó por el incremento de las detenciones en la vía pública sin orden judicial, allanamientos de viviendas, multas, decomiso de bienes privados, palizas, amenazas y retenciones ilegales contra activistas de derechos humanos y periodistas independientes.
Al menos 3.157 detenciones arbitrarias se produjeron en Cuba en 2019, una cifra superior a la del año precedente y que demuestra el incremento de los actos represivos por parte del régimen de La Habana, denuncia el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Detenciones en la vía pública sin orden judicial, acompañadas de allanamientos de viviendas, multas, decomiso de bienes privados, palizas, amenazas y retenciones ilegales fueron algunas de las manifestaciones de la policía política contra activistas de derechos humanos y periodistas independientes en la isla.
En 2019, el régimen incrementó la práctica de “retenciones domiciliarias” contra activistas pacíficos, impidiendo así el ejercicio de sus derechos a libre circulación, reunión y manifestación. La figura, si bien no es novedosa, se va haciendo más frecuente como forma represiva contra la oposición.
Teniendo en cuenta las detenciones arbitrarias, el mes más represivo de 2019 fue septiembre, con 481, coincidiendo con el anuncio por parte de Miguel Díaz- Canel de la llegada de una crisis económica, eufemísticamente llamada “la coyuntura”. La tensa situación económica ha aumentado el descontento entre los cubanos, y el régimen intenta cortocircuitar constantemente cualquier contacto entre la disidencia y los ciudadanos descontentos.
El segundo mes más represivo fue febrero (405), en torno a la celebración del fraudulento referéndum constitucional, cuando el gobierno se empleó a fondo en la represión contra los promotores del “no” y de la abstención.
“El finalizado 2019 ha sido nefasto para el ejercicio de los derechos humanos en Cuba. La clase que controla los resortes del poder político y económico sigue sin dar espacio al ejercicio de los derechos humanos por parte de los ciudadanos y reprime con diversos métodos cualquier expresión discrepante. Cuba entra en un nuevo año sin abandonar el largo ciclo represivo y de atraso que vive desde hace ya más de seis décadas”, indicó Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
En los próximos días, el OCDH presentará una valoración más detallada sobre el ejercicio de los derechos humanos en Cuba durante 2019.