Recibimos en Cuba la visita entre el 11 y 13 de julio de la experta independiente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Filipina Virginia Dandan. La misma concluyó su visita manifestándose «satisfecha» por su visita, aunque precisó existen «desafíos» por superar.
Luego de años sin recibir Cuba a ningún relator o experto independiente, conocimos la visita de los expertos Jean Ziegler, María Grazia Giammarinaro y recientemente la Dra. Dandan. Al respecto el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) con sede en Madrid denunció a la comunidad internacional «el intento de homologación o blanqueo de la imagen del gobierno cubano, pasando por alto la verdadera realidad de Cuba.» Incluso el OCDH pidió al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Al Hussein, que reconsidere el envío de expertos a la isla, insistiendo
en que estas visitas son controladas por el Gobierno cubano ante la desconcertante aquiescencia de dichos altos funcionarios de la ONU, que lejos de juzgar con imparcialidad y compromiso con las víctimas de las violaciones han querido validar la versión del Gobierno sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.
La doctora en Antropología Virginia Bonoan-Dandan nació en Laoag, Filipinas el 10 de septiembre de 1941, presenta un impresionante curriculum vitae en el área de los derechos humanos, incluyendo haber sido Presidenta del Comité de los Derechos, Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, razón por la que fue designada experta independiente por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas sobre los derechos humanos y la solidaridad internacional en junio de 2011.
Los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos incluyen expertos independientes en derechos humanos con mandatos para examinar y prestar asesoramiento en materia de derechos humanos desde una perspectiva temática o de un país. En el caso de la Dra. Dandan su misión en Cuba era informarse sobre la solidaridad internacional, aunque este particular no se aclaró en la prensa cubana que la presentó como experta independiente en ¨derechos humanos y solidaridad internacional¨. Es preciso aclarar este juego de palabras en que parecen lo mismo la verdad y la manipulación. Para todos los cubanos de a pie, incluyéndome a mí, creímos que la experta traía un mandato para informar sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, sin embargo a preguntas en la conferencia de prensa internacional sobre las críticas de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch a la situación de los Derechos Humanos en Cuba respondió claramente «no tenía nada que opinar pues no eran aspectos relacionados con los objetivos de su viaje, circunscrito principalmente a la solidaridad internacional» al igual que refirió no saber nada de la oposición en Cuba.
Tampoco la Dra. Dandan quiso recibir información independiente a la ofrecida por el gobierno cubano, de manos de organizaciones reconocidas por su colaboración al sistema de Naciones Unidas como el OCDH, quien realizó un llamado público al respecto. Sobre este tema, el Director Ejecutivo de dicha organización, el ex-preso político Alejandro González Raga, accedió responder a este redactor diciendo que «Tenemos una larga trayectoria desde el 2010 de cooperación con el Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, habiendo incluso aportado valiosa información a este organismo sobre el tema de los Derechos Humanos en Cuba en dos Exámenes Periódicos Universales y nos preparamos actualmente para el próximo Examen en el 2018.» Sobre el tema de la solidaridad internacional refirió González Raga que su organización trabaja en la recopilación e información sobre denuncias de cooperantes internacionalistas cubanos que son sometidos a una despiadada explotación laboral y privación de sus derechos civiles. Continuó González Raga reiterando que el OCDH está en total disposición de brindar a cualquier experto independiente del Consejo de Derechos Humanos la más amplia información sobre cualquier tema relacionado con los Derechos Humanos en Cuba, recordando que tan sólo en los primeros cinco meses del año su organización contabilizó 2149 detenciones arbitrarias en Cuba, además de muchos hostigamientos y confiscaciones ilegales sobre disidentes y activistas de los Derechos Humanos y concluyó diciendo que el llamado internacionalismo proletario y la solidaridad para el gobierno cubano es parte de la retórica que esconde un jugoso negocio basado en la confiscación salarial y la explotación laboral que constituye una nueva forma de esclavitud.
Este particular de la limitación de la visita de la Dra. Dandan fue ratificado por la nota de prensa emitida por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos a una semana de la visita de la experta señalando que el propósito principal de la visita de Dandan era «ver como los derechos humanos se integran en las actividades de solidaridad internacional de Cuba». La experta elogió «la respuesta significativa de Cuba a las crisis de salud y desastres en el extranjero, como la crisis del Ébola». Sin embargo, la Filipina olvidó que la mayoría de las misiones médicas cubanas en el extranjero son en condiciones de contratos de prestaciones de servicios del personal médico que reciben entre un 25 al 50 % del salario según expertos en el tema, señalando que incluso los mismos médicos y paramédicos cubanos no conocen realmente el monto del pago de la contraparte extranjera y que porción reciben realmente por sus servicios. Además, son sometidos a disciplinas humillantes y lesivas a sus derechos civiles, como son la restricciones de movimientos, de relaciones afectivas con residentes locales y comunicaciones con familiares disidentes del régimen de La Habana. Todo ello lo soportan por necesidades económicas ya que en Cuba el salario medio no llega a los 30 dólares mensuales.
Sobre el tema de los derechos humanos la Filipina se limitó a exhortar a las autoridades a ratificar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos, Económicos Sociales y Culturales así como sus protocolos facultativos. La Habana firmó en Nueva York en el 2008 dichos pactos pero no los ha ratificado ni los ha implementado como demanda la oposición interna.
A mi modo de ver, se descalifica a sí mismo, cualquier relator o experto independiente del sistema de Naciones Unidas que pretenda brindar un informe serio o creíble sobre los Derechos Humanos y la Solidaridad Internacional en Cuba sin haber escuchado a organizaciones independientes del gobierno cubano, especializadas en estos temas. Nadie puede ser imparcial escuchando a una sola parte, esperamos que la Dra. Dandan pueda realizar un informe de su mandato ante el Consejo de Derechos Humanos, verdaderamente justo y equilibrado acorde a su experiencia y prestigio.