Solo en la muerte una anciana y su hijo encontraron la paz que tanto les fuese negada por las instituciones estatales de la Seguridad Social en el artemiseño municipio Güira de Melena. Desatendida y en una miseria escalofriante, culminó los últimos días de vida.
Su nombre era Gloria Elena Cabrera Díaz, con dirección en Avenida 89 #9212 entre 92 y 94, y falleció víctima de un paro respiratorio. En muchos años esta mujer y su hijo inválido -quien corriese el mismo destino después que su progenitora- solo conocieron la desdicha. Desamparados por quienes deberían haberlos protegido; llegaron al final de sus días sin ver su destruida vivienda reparada y en la más absoluta miseria, a pesar, de los muchos reclamos y peticiones que les formularan a las autoridades gubernamentales del municipio, según quedó plasmado en anteriores publicaciones de este comunicador.
No obstante hay que decir que en algunas ocasiones recibieron ayuda de manos de proyectos, auspiciados por organizaciones del exilio, a través de la “Red Cubana de Comunicadores Comunitarios”.
Gloria y Luis -nombre del inválido hijo- fueron parte de los damnificados del huracán Charley (2004), a los cuales después de 13 años no se les habían entregado los recursos materiales para la reparación de su destruida vivienda, por la corrupción imperante en el mismo seno del Órgano Legislativo municipal del Poder Popular (OLPP).
Conversando con Carmen Rosa, vecina de esta fallecida familia, quien prefirió no ser fotografiada por razones personales, era quien se encargaba del cuidado y alimentación de ambos por razones caritativas. Ella comentó que la fallecida se encontraba muy enferma y desprotegida, no recibía atención del gobierno en ninguna de sus formas, contaba solo con una simbólica pensión mensual de 148 pesos (moneda nacional) unos 6 dólares que no le alcanzaba ni para medicinas.
Agregó la vecina, se formularon muchos reclamos a la Dirección de Vivienda, al Gobierno y al Partido Comunista de Cuba (PCC), para que le acabaran de reparar la casa a estos ancianos, lo cual devino en polémica, ya que los materiales que les asignaron -según consta en esa dependencia estatal- aparecen como entregados a la familia; pero sin embargo no existe documentación oficial que acredite la entrega de los recursos, como tampoco hay evidencia en algún registro, de hacia dónde fueron a parar, puesto que a los interesados jamás se los entregaron; lo que evidencia el alto nivel de corrupción y fraude de esas instituciones del Estado en la provincia de Artemisa.
Este caso muestra la decadencia y falsedad del sistema, donde las instituciones estatales de asistencia y seguridad social dejaron de funcionar hace mucho tiempo, a pesar de la propaganda mediática del oficialismo.
Gloria Elena y su hijo único, se marcharon de este mundo en la más absoluta miseria, sin techo donde pernoctar y esperando por la ayuda prometida de los que pregonan que en Cuba la Revolución es de los humildes y para los humildes.
Artemisa, 30 de mayo de 2017