El robo a los clientes por parte de la Empresa Eléctrica, es posible que no tenga precedentes en la historia del país ni del mundo. Las personas se quejan entre sí, porque la autoridad estatal que monopoliza el servicio hace oídos sordos.
El Noticiero Nacional de Televisión en su emisión estelar de las 8 de la noche, sobre este tema del pago de la electricidad, entrevistó un joven en el Boulevard de San Rafael, municipio Centro Habana y explicaba: ¨Me acabo de mudar, sólo tengo un refrigerador y un ventilador, me han pasado una cuenta de 72 moneda nacional. El cobrador explicó que como no había podido ver el contador lo sacaron por el promedio histórico que viene en el recibo de los que vivían antes”.
Manuela anciana octogenaria al respecto dijo: ¨Vivo sola sin casi efectos eléctricos y estaba pagando entre 70 y 80 pesos moneda nacional de electricidad, cuando vino uno de mis nietos de Ciego de Ávila, él es electricista, se dedicó a leer el contador casi todos los días, entonces habló con el cobrador y ahora pago de 7 a 8 pesos al mes¨.
Otra persona sobre el tema explicó: “Yo vivo en España, mi madre heredó la casa de mi abuela que está por Ayestarán; como no estamos aquí mi primo es quien la cuida y le dijeron que si no gastaban corriente iban a retirar el reloj; por eso tenemos que dejar 2 lámparas encendidas, una dentro y otra en el porche y el consumo mensual es de unos 20 centavos de euro.
Consultados algunos lectores y cobradores de la Unión Nacional Eléctrica (UNE) aseveran que no es un sistema automatizado dirigido, puesto que la lectura del gasto mensual de electricidad de los relojes antiguos se realiza de forma manual, sólo se escanean los contadores modernos que son digitales, por ello los funcionarios de las oficinas de cobro van a Capdevila (un suburbio de la capital) y con el lápiz de memoria imprimen la información recolectada en las viviendas. Cuando llega la cuenta al cliente, si está inconforme puede reclamar de 5 a 10 días después de recibida, pero deben pagarla, entonces el inspector debe ir a chequear el contador; aunque en caso de ser aceptada la demanda, el dinero no se devuelve, sirve para amortizar la siguiente cuenta.
El salario de los empleados que hacen este tipo de trabajo ronda los 390 pesos moneda nacional y 15 CUC (para almuerzo), aunque manifiestan que siempre hacen un poco más, pues algunos clientes les dejan los vueltos de propina.
Hay un historial que aparece en los recibos de cobro a la izquierda que muestra el supuesto consumo del cliente los 11 meses anteriores al que está pagando, en la mayoría de los casos está alterado, no concuerda con la realidad, ni tampoco el promedio es correcto.
Los anuncios y orientaciones sobre la metodología para la lectura del reloj contador brillan por su ausencia en los medios de comunicación oficialista, por lo que no hay ninguna cultura social de cómo se hace esto.
El cobro indebido lleva a la población incluso hasta al derroche, porque las personas alegan que si la Empresa Eléctrica cobra lo que les viene en gana, no tienen que preocuparse por ahorrar.
Aunque Manuela -la octogenaria de esta historia- tuvo un fuerte apoyo en su nieto y una solución “feliz” el resto de los clientes para verificar sus pagos, no les quedará más remedio que aprender a leer sus contadores.
En conclusión, el cobro de la electricidad en la isla es un robo, el arma utilizada para tan infladas cuentas es la ignorancia de la población, incluso en la aritmética elemental; pero en todo momento el régimen se encarga de hacer saber que la electricidad está subsidiada por el Estado.
La Habana, 21 de mayo de 2017
