Madrid, 31 de octubre de 2025
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este viernes que las autoridades están impidiendo el ingreso de ayuda humanitaria organizada por iglesias y organizaciones independientes hacia las zonas más afectadas por el reciente huracán Melissa.
“Estas trabas establecidas agravan la tragedia vivida en la región oriental del país”, indicó el OCDH.
Activistas de derechos humanos y religiosos dijeron al OCDH que el régimen cubano ha establecido “puntos de control” a la salida de la provincia de Las Tunas y en la entrada de Granma, para impedir el paso de personas provenientes del occidente y centro de la isla con víveres y otras ayudas, sobre todo pertenecientes a iglesias cristianas.
Además, los reportes citados denuncian que “hay gente refugiada todavía en las placas (tejados) de sus casas” por las inundaciones, zonas que llevan cuatro días sin electricidad y sin comida; en Santiago de Cuba hay barrios con postes y árboles en el suelo y “pueblos enteros a los que no ha llegado ninguna autoridad”.
El OCDH exige al gobierno de Cuba que permita el flujo de ayuda por parte de la sociedad civil y se abstenga de intentar controlar las iniciativas sociales.
La situación se agrava ante la escasez total de recursos básicos, el colapso de las comunicaciones y la falta de información oficial transparente sobre las condiciones de las represas y carreteras afectadas. Testimonios recibidos desde el terreno advierten que las autoridades buscan mantener el control de la distribución de ayuda, incluso la proveniente de organizaciones no gubernamentales y religiosas.
 
								 
															

