El alarmante panorama fue constatado en el Primer Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, donde más de la mitad de la población consideró que su vivienda necesitaba rehabilitarse / repararse (50,5%) o estaba en peligro de derrumbe (7,6%).
Las niñas María Karla Fuentes, Lisnavy Valdés Rodríguez (12 años) y Rocío García Nápoles (11) murieron este lunes en La Habana tras caerles encima el balcón de un edificio en ruinas. Según la propia prensa oficial, parte del edificio había colapsado el año pasado, como muchos otros anteriormente.
Ante estos hechos, Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) declara: «Manifestamos nuestra preocupación por los frecuentes derrumbes, varios de ellos con víctimas fatales. Esto evidencia el gran deterioro de la situación de la vivienda en Cuba. El alarmante panorama fue constatado en el Primer Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, presentado por el OCDH, donde más de la mitad de la población consideró que su vivienda necesitaba rehabilitarse/repararse (50,5%) o estaba en peligro de derrumbe (7,6%). Responsabilizamos al gobierno de Miguel Díaz-Canel por su falta de respuesta a esta situación».
El Observatorio añade que incluso una encuesta gubernamental cubana, publicada recientemente, ofrece indicios (aunque de forma sesgada) sobre la situación de las viviendas donde reside la población de mayor edad: las casas del 44,1% de los encuestados tiene afectaciones en su estructura.
Este panorama contrasta con la pasividad del gobierno en las respuestas. Aún hay personas afectadas por huracanes de la década anterior y por el tornado que golpeó a La Habana hace un año. Y también contrasta con la ausencia de políticas públicas encaminadas a mejorar la situación de la vivienda.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos recuerda y denuncia que en Cuba se violan los derechos sociales, contrariamente a la imagen paradisíaca que el gobierno cubano intenta vender internacionalmente. Y una de estas violaciones es la imposibilidad que tienen millones de cubanos de acceder a una vivienda digna, por la ausencia de políticas públicas y por el fracaso de un modelo económico que ha sembrado la miseria y la precariedad entre los cubanos durante más de 60 años.
«Todo ello contrasta con el nivel de vida que exhiben, incluso a través de las redes sociales, los dirigentes del régimen y sus familiares», termina el OCDH.
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