“Déficit puntual de huevos afecta al país”. Así comienza la nota informativa publicada, hace ya casi dos meses, en el diario “Guerrillero” de la provincia más occidental de Cuba, Pinar del Rio.
Más adelante continúa explicando la nota, “Aunque la provincia sobrecumple su plan en las ventas liberadas al cierre de octubre, al ser este un producto de balance nacional, está sujeto a una distribución que realiza el Ministerio de Economía y Planificación que garantiza la asignación a todos los territorios, según explicó Alberto Toledo Toledo, director de la Unidad Empresarial de Base Comercial de la Empresa Avícola de Pinar del Rio”.
Agregó el directivo que por este motivo Pinar del Rio envía a La Habana unos 10 millones de huevos cada mes, cifra que oscila en función de lo planificado, y representa aproximadamente el 50 por ciento de la producción de vuelta abajo.
No se puede considerar que esta es una noticia vieja, porque aún se mantiene lo que se explicó a finales del año pasado, lo que implica que no ha habido alguna solución al respecto.
Ante toda esta situación, Rubén Ramos Moreno, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial, informó que se ha decidido proteger la canasta básica, así como los cinco huevos adicionales que se entregan a cada persona y se controlan igualmente a través de la libreta de abastecimiento. Asegurando que esta política de distribución en este momento se aplica en todo el país.
Sin embargo, la provincia sobrecumple su plan en las ventas liberadas al cierre de octubre, y existen en nuestro territorio granjas avícolas que el Estado ha dejado que se destruyan, como es el caso de la que se encuentra ubicada en el kilómetro 15 de la carretera de La Coloma, entonces ¿por qué no se previó esto? Como siempre cualquier situación coge dormido al régimen y quien paga las consecuencias es la población.
Es oportuno señalar que esta granja avícola le daba empleo a más de 100 féminas en esta área de la carretera de La Coloma, y a la vez aliviaba un poco la grave situación alimentaria que existe por estos sitios, con las ventas de subproductos producidos por esta granja e incluso los propios huevos.
Sin embargo, no todos pueden adquirir huevos normados ni adicionales como refiere la nota periodística, en los asentamientos poblacionales ubicados en el campo, no reciben este producto, porque se supone pueden criar pollos y gallinas; pero la realidad es que no todos en el campo tienen esta oportunidad, por muchas razones.
Una de ellas es que no todos son trabajadores agrícolas, muchas de estas personas son maestros, enfermeras, pescadores o trabajadores de la industria, lo cual les imposibilita dedicarse a otras actividades.
Pero, además es injusto que una parte de la población (la que reside en las ciudades) pueda adquirir este producto alimenticio y la otra (que vive en la zona campo) no tenga derecho a este alimento, máxime cuando el propio gobierno ha manifestado públicamente: “los huevos son para todos los sectores de la población”.
Pinar del Río, 9 de enero de 2018