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Libertad de expresión, ¿delito o derecho?

Muchos gobiernos del mundo, principalmente los totalitarios suprimen la libertad de expresión como un método para mantenerse en el poder y mantener el control sobre sus ciudadanos. De esta manera evitan cualquier tipo de critica que vaya a afectar la credibilidad del modelo político y social que ellos mismos han escogido para perpetuar su dominio y los ciudadanos respondan principalmente a sus intereses.

En Cuba equivocadamente hemos vivido este mal desde mucho antes del triunfo revolucionario, pero sin duda alguna a partir de ese momento la libertad de expresión se suprimió al extremo. Toda crítica que valla en contra de los que hoy ostentan el poder, es vista como un delito moral y según las circunstancias se puede convertir en un delito punible. El no compartir los mismos criterios o puntos de vista te convierte en un enemigo del régimen y a los ojos de muchos, una persona sin ética ni moral.

La libertad de expresión no es un delito moral ni punible, todos los ciudadanos pueden hacer uso de ella en cualquier escenario, lo mismo en público que en privado. Ningún gobierno del mundo tiene el derecho ni la moral para suprimir un derecho que por naturaleza le corresponde al ser humano por el simple hecho de nacer. La Carta Universal de los Derechos Humanos, uno de los documentos más justo del mundo que les devolvió la dignidad a todos los seres humanos, en su artículo 19 dice y cito. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Este es un derecho inalienable de los seres humanos y no puede ser violado por nadie. El gobierno que lo suprima está cometiendo un delito y tiene que responder por sus actos ante los organismos internacionales competentes.

Los cubanos que hoy hacen uso de la libertad de expresión en cualquier escenario posible y siempre que sea sobre la base del respeto mutuo a las diferencias, son hijos dignos de nuestra Patria y no tienen que sentir miedo ni vergüenza, todo lo contrario, deben de sentirse orgullosos por defender su derecho. La Patria y la dignidad humana esta primero que todo, lo demás son tendencias políticas que cada ciudadano tiene el derecho de apoyar o no, porque ninguna son dueñas de la verdad absoluta.

Los gobiernos son herramientas de las sociedades para su organización y responden al interés de los pueblos. Ningún pueblo del mundo tiene que servir a los intereses de los que gobiernan, ya que no fue esa su razón de ser. Los que gobiernan en un país son solo representantes del pueblo y son elegidos en elecciones libres por el voto secreto y directo de cada ciudadano. A través de la libertad de expresión los ciudadanos expresan si están de acuerdo o no con las gestiones que realizan los que representan la nación y a su vez es una herramienta para verter criterios y opiniones respecto a la política del país. En conclusión, la libertad de expresión es una necesidad de los pueblos para poder llegar a mejores decisiones y poder construir una sociedad más justa, donde se respeten las diferencias, por encima de todo.

 

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