La violencia juvenil se muestra en las calles

En los primeros meses del año en curso, en Güira de Melena, sureño municipio de la provincia Artemisa, vienen sucediendo varios hechos de naturaleza violenta, convirtiendo a esta demarcación en unas de las más peligrosas  y hostiles en lo que a seguridad pública se refiere. La mayoría de estos sucesos violentos son cometidos por jóvenes y en ocasiones por adolescentes que evidencia un deterioro en los valores sociales y humanos en las nuevas generaciones.

En fecha reciente, un grupo de personas con edades comprendidas entre los veinte y veinticinco años se encontraba reunido ingiriendo alcohol y jugando una partida de dominó, en un reparto rural conocido como “El Junco”; al calor del juego y los tragos, uno de los jugadores le hizo al contrario una broma que no le gustó y sin mediar palabras entre ambos, se levantó del asiento y le propinó varios machetazos ocasionándole heridas de gravedad y mutilación del brazo derecho.

Otro hecho sucedió con un joven adolescente, que al marcharse en la madrugada de un sábado del parque de la comunidad – lugar donde acostumbran a encontrarse hasta altas horas de la madrugada, por la ausencia de sitios de recreación para el disfrute de la juventud en la zona y también de dinero-  fue agredido por tres personas -incluida una mujer- que según la descripción que le dio a la policía, sus atacantes no sobrepasaban los veinte y tantos años de edad. Explicó que lo amordazaron y condujeron a un lugar oscuro y apartado, le propinaron una brutal golpiza, al punto de dejarlo en el suelo sin conocimiento y lo despojaron de todas las prendas de vestir, así como dinero y joyas.

El más reciente suceso ocurrió varios días atrás, cuando una jovencita fue apuñaleada en plena calle en horas de la mañana, en la Avenida 83 e/ 82 y 84 del referido municipio artemiseño. Según testimonio de algunos de los presentes en la escena, la agredida es conocida como Raysa y es oriunda de la región oriental del país, aunque se encuentra residiendo de manera temporal en la localidad.

Cuentan que Raysa fue a ver al padre de sus niños para realizarle un reclamo referente a la manutención alimenticia y al calor del asunto entablaron una fuerte discusión que devino en un hecho de sangre. El agresor, que es el padre de los menores de la apuñaleada, se nombra Radamés, y según los testigos sacó el cuchillo que llevaba consigo en la cintura y acto seguido le propinó cuatro puñaladas en diferentes partes del cuerpo. La joven salvó la vida gracias a la intervención de los vecinos del lugar que con palos y piedras lograron detener al agresor. La víctima de este hecho, se encuentra hospitalizada y reportada  en estado crítico, con peligro para su vida; se conoció que el agresor se entregó a las autoridades policiales locales.

El incremento de los actos de esta naturaleza viene aparejado con la sistemática y progresiva pérdida de los valores éticos-morales en la nueva generación que dejaron de formar parte del contenido que se impartía en las escuelas en los programas de educación moral y cívica. También, habría que sumar el poco esfuerzo y presión que hoy en día la familia ejerce en la educación de sus hijos.

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