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Ingenios, barcos y urnas

El sistema de panfletos oficiales ofreció esta semana en Cuba tres titulares que debían producir una corriente esperanzadora de progreso y libertad: se inició la zafra para la producción de azúcar, directivos de las principales compañías de cruceros del mundo se reúnen con autoridades locales en La Habana y se celebran elecciones en el país. Pero no, los experimentados lectores de la calle y los bateyes saben que no hay ningún mensaje de ilusión. Lo que hay es asidero para la dictadura.

El conjunto de noticias se percibe, en los grandes sectores marginados y alertas de la sociedad, como una mezcla de trampas, mentiras y triunfalismos que promueven los castristas y sus amigos para que nadie les mueva la silla.

La zafra producirá este año, si puede, 1,5 toneladas de azúcar entre los meses de noviembre a mayo de 2018 en los 53 centrales que funcionan en la actualidad. Los conocedores saben que esa cifra es la misma que se alcanzaba en la primera década del siglo XX.

Un dato que vale la pena mencionar en estas circunstancias es el hecho de que cuando Fidel Castro asumió el poder, en enero de 1959, trabajaban en Cuba 169 ingenios. A partir de 1911, recuerda un veterano azucarero, la producción estaba entre los cinco y los siete millones de toneladas. Eran zafras, dice, que rara vez superaban los tres meses. La productividad por hectárea figuraba entre las mejores del planeta. Cuba estaba a nivel de Hawai o cualquier otra potencia azucarera, asegura el especialista. La industria era una joya, con l llegada de Castro comenzó el declive.

La reunión de los ejecutivos de las firmas de cruceros en la capital cubana, por otra parte, servirá para que el régimen aumente el flujo de turismo y, con ello la entrada de dinero para desvencijada caja fuerte de la monarquía tropical y sus cómplices que han arruinado la nación con minuciosidad de relojero.

Las elecciones municipales del Poder Popular, por último, es la repetición densa y de propaganda para incautos, de una función circense copiada de la gran carpa soviética que consiste en que la élite comunista selecciona a dedo a un grupo de personas de su servidumbre para que ningún cubano con ideas diferentes pueda siquiera aspirar a penetrar sus estructuras de mando.

Así es que nada de esperanza para los cubanos en aquellos tres titulares. Reafirmación y rejuegos de la parentela del poder y de sus siervos.

Tomado de elnuevoherald.com

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