8.314 detenciones arbitrarias en el año 2015, de las que 4.006 se corresponden a mujeres, en su mayoría a las mujeres del movimiento femenino Damas de Blanco
El 17 de diciembre de 2014 Estados Unidos y Cuba normalizaron sus relaciones diplomáticas después de medio siglo de ruptura, por tanto es hora de hacer un balance resumido del comportamiento de las libertades individuales y el respeto a los derechos humanos en este periodo.
Las injustas y largas condenas del gobierno cubano en contra de 75 activistas políticos, entre ellos periodistas independientes, sindicalistas y opositores pacíficos, en la primavera de 2003, provocó una amplia repulsa de la comunidad internacional; repulsa que, junto a otros factores no menos importantes, tuvo como consecuencia la excarcelación de dichos prisioneros de conciencia.
Ante esta experiencia el gobierno cubano modificó su estrategia represiva, iniciando una etapa, en la cual nos encontramos, cuyas dos principales características son: en primer lugar, tal y como se ha denunciado en diferentes foros internacionales, el empleo sistemático de las detenciones arbitrarias de corta duración, y, en segundo lugar, el preocupante incremento de la violencia física y la intimidación sobre los activistas.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos recibe informaciones diarias por parte de observadores desde la isla; informaciones relativas a actos represivos dirigidos por el gobierno con el fin impedir o interrumpir el ejercicio de legítimos derechos, actos especialmente violentos contra las actividades organizadas por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y la campaña ciudadana “Todos Marchamos”. Estas informaciones se traducen en 8314 detenciones arbitrarias en el año 2015, de las que 4006 se corresponden a mujeres, en su mayoría a las mujeres del movimiento femenino Damas de Blanco.