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Inaugurada exclusiva tienda de modas en Camagüey

Inaugurada la pasada semana exclusiva tienda de modas femeninas Giorgio Gucci en Camagüey. Este titular no sería noticia en ninguna parte del mundo si no fuera porque en Cuba el salario medio mensual no sobrepasa los 20 USD y contrasta con los astronómicos precios de las ofertas de la referida tienda, donde se encuentra desde lencería fina de 6 pesos convertibles hasta exclusivos bolsos de mujer a 140 pesos convertibles.

Revisada la página web de la marca italiana, informa que la marca Giorgio G nace alrededor del año 2000, cuando el exclusivo diseñador italiano Giorgio Gucci decide reincorporarse al mundo de la moda y el lujo y lanza su propia marca. Según la propia fuente, el éxito de la marca se ha logrado garantizando un producto de máxima calidad, respetando los cánones de la moda y el buen gusto, excluyendo el extremismo y exhibicionismo e intentando resaltar la belleza y feminidad de la mujer. También la fuente resalta el éxito obtenido por la marca en latinoamérica y el caribe, especialmente en Cuba. El 23 de abril de 2017 el empresario inauguró su boutique Giorgio G. VIP en el Hotel Manzana Kempinski, donde expresó a la agencia EFE «Cuba se ha convertido en el paraíso de la moda, por eso quise venir aquí».

Mientras que su Boutique Giorgio G en la calle Independencia de Camagüey fue inaugurada casi de incógnito en el local abandonado que fuera Fintur, la Financiera del turismo. Por la tarde se montó la mercancía según se aprecia en la foto acompañada y a la mañana siguiente se comenzó la venta, así de sencillo ocurrió la apertura.

Ante la novedad desfilaron por la tienda muchas personas especialmente muchachas jóvenes amantes del buen vestir y del último grito de la moda. Conversamos con Eliza una de las dependientas quien expresó «que la boutique oferta sólo productos exclusivos de Giorgio G y de otras marcas patrocinadas por las mismas y las ventas en estos primeros días han sido buenas, mejor incluso que lo esperado». Una joven clienta quien esperaba fuera de la tienda para entrar manifestó «deseo comprar un vestido que es un sueño, aunque me cueste un ojo de la cara, pero hay sólo una vida y la voy a disfrutar, a mi me ayuda mi familia afuera y por eso puedo darme estos lujos» concluyó la bella muchacha.

Otro transeúnte de mayor edad, en la calle Independencia opinó que «eso es una locura abrir tiendas como estas en Camagüey, donde a los trabajadores nos cuesta mucho llegar a finales del mes y no hay ni merienda para mandarle a los muchachos en la escuela», manifestó disgustado con el glamour de la boutique, «lo que el estado debía hacer es surtir las placitas de viandas y las farmacias de medicinas que no hay ni dipironas» y se marchó refunfuñando.

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