Golpeado brutalmente por no desvelar la contraseña del móvil a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR)

Sobre las 12:20 pm del pasado día 25 de enero de 2018, el jefe de sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) conocido por el ‘chino mano de hierro’, detuvo al representando del proyecto independiente Consejería Jurídica de la Corriente Agramontista José Ernesto Morales cuando se encontraba asesorando sobre las leyes y derechos a un cuentapropista vecino de la calle Rafael Morales que estaba siendo víctima de un asediado en operativo de la PNR.

En momentos de su detención fue requisado y trasladado para la unidad municipal de la PNR en el carro patrullo 102. Allí le reafirmaron su detención y le comunicaron que su estancia sería duradera por falta de respeto a la autoridad, donde tendría que esperar por las actuaciones del oficial que lo detuvo (mano de hierro) posterior a unas dos horas, se personó el policía, quien en compañía del Oficial de Guardia lo llevaron a una oficina a puerta cerrada, dándole ordenes e imponiéndole a José Ernesto que le quitara la contraseña al celular o le dijera la contraseña de seguridad del mismo para acceder a este, le comunicó que no le daría la contraseña, ya que era un medio de su propiedad y uso personal, además que no le facultaba ningún documento legal o ley para acceder a tal actuación. Esto molestó a ‘mano de hierro’ y lo utilizó como motivo y justificación para golpear a puño cerrado dos veces por la clavícula a Morales Estrada, en presencia del otro policía que no permitió al sicario que lo golpeara más.
A las palabras de defensa de José Ernesto y las altas amenazas e intimidación ofensivas del esbirro, entró al local el Jefe de la Estación Teniente Coronel José con 8 policías más, dando la orden de detenerlo y procesarlo por el delito de desacato, todo sin presenciar los hechos y la realidad de lo ocurrido.

En menos de 10 minutos apareció el Mayor Juan Pérez, oficial de la policía política, el que ordenó a ‘mano de hierro’ abrirle un expediente de Peligrosidad por no tener vínculo laboral y por ser un defensor de Derechos Humano no legalizado por el Gobierno.
Cuenta José Ernesto que fue una más de las incesantes amenazas de ir a prisión, que le dejaron claro que se preparara, que a partir de ese momento ni él ni sus familiares iba a vivir tranquilo, porque comenzarían a visitar su casa para molestarlo y provocarlo, además que si lo volvían a ver o encontrar en algún operativo que estuvieran realizándolo le procesarían por obstruir las actuaciones policiales. Después de injustificantes atropellos le impusieron una arbitraría advertencia oficial por supuesta alteración del orden

público y una multa de 30.00 pesos moneda nacional, amparándose en el decreto ley 141 articulo: 1 inciso: g y puesto en libertad a las 4:20 pm del mismo día.

 

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