Madrid, 22 de junio de 2023
El 68% de los cubanos conoce a alguien que profesa una religión y ha sido acosado, reprimido, amenazado u obstaculizado en su vida diaria por motivos relacionados con su fe, de acuerdo con los resultados del Segundo Estudio sobre Libertad Religiosa, realizado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), en base a más de 1.300 entrevistas en la isla.
Coincidentemente, se dan a conocer los resultados en la misma semana en que el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se entrevistó con el Papa Francisco en el Vaticano.
La opinión predominante es que entre los fundamentales motivos por los que un creyente puede sufrir acoso, amenazas o discriminación están “tener una postura política basada en su fe” (59%) y “hablar públicamente sobre su fe” (45%).
“Ambas respuestas evidencian el intento de las autoridades de recluir al ámbito de lo privado la vivencia de la religiosidad”, afirma el OCDH.
En cuanto a las acciones concretas con las que se impide o dificulta la labor de organizaciones y líderes religiosos, se mencionan en primer lugar el “Negar permiso para eventos en espacios públicos” (64%), “Negar o condicionar permiso para construir o reparar templos” (63%) y “Negar o condicionar permiso para procesiones” (63%).
Un eslabón fundamental en la violación o limitación de los derechos es la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista. El 68% de los creyentes considera que esta Oficina viola o reprime los derechos de los líderes religiosos y de los miembros de las agrupaciones religiosas. Precisamente, su jefa, Caridad Diego, acompañó a Díaz-Canel en la reciente visita al Vaticano.
Solo tres de cada diez cubanos saben cómo y a quién denunciar en caso de violaciones a sus libertades y derechos religiosos; mientras que el 55% conoce a algún pastor o líder religioso a quien se le ha impedido o dificultado su labor.
Consultados acerca de su confianza en las instituciones nacionales, los cubanos se decantan mayormente por las religiosas (42%), seguidas, a distancia, por los grupos independientes de derechos humanos (19%), los medios de comunicación independientes (16%), y el gobierno (13%).
Las instituciones que menos confianza generan en los cubanos, todas en el orden del 2%, son las organizaciones de control social del Partido Comunista (Comité de Defensa de la Revolución, Federación de Mujeres Cubanas, etc.), así como los tribunales, la policía y el ejército.
De acuerdo con la investigación, la mayoría de los cubanos (73%) considera que las cosas en el país “van en la dirección incorrecta”. Los creyentes son los más críticos (80%).
El margen de error de esta encuesta es del +/- 2,62%. Se llevó a cabo en las 15 provincias del país, cubriendo 83 municipios, este febrero, mediante 1.394 entrevistas personales con entrada de datos asistida por teléfonos móviles y tabletas.
La encuesta concluye que en Cuba no se respetan ni garantizan las libertades religiosas. El régimen cubano continúa utilizando sus sistemas de vigilancia y control para limitar o perseguir cualquier expresión pública, especialmente política, de quienes asumen un compromiso cívico acorde con los valores de su fe. Igualmente limita la acción e influencia social de las entidades o congregaciones religiosas, ante todo de aquellas que reclaman mayor presencia en el espacio público y en las comunidades.