Disidentes reprochan a UE que solo les motive el interés económico

El OCDH envía carta firmada por disidentes cubanos en la isla a parlamentarios ante el proceso de aprobación del acuerdo Unión Europea – Cuba.

Madrid, 27 de febrero de 2018

Distinguidos Parlamentarios,
Señorías:

El pasado 1 de noviembre entró en vigor de manera provisional el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba, cuya negociación se ha realizado sin una consulta al pueblo, que es el principal concernido, asumiendo con este proceder que hemos elegido libremente este sistema, cuando todos sabemos que nadie renunciaría jamás voluntariamente a la libertad. Se ha enarbolado en este proceso la ambigua promesa de un diálogo en materia de Derechos Humanos, en el que solamente se ha escuchado al opresor.

Y en esa escenificación se han celebrado tres encuentros de alto nivel, cuyos resultados se pueden resumir en la disposición de una base formal para el diálogo sobre principios básicos de derechos humanos y para abordar preocupaciones mutuas.

Es muy difícil encontrar honestidad y calado en esto, sobre todo cuando debiéndose exigir respeto a los Derechos y a las libertades individuales, la Unión Europea anuncia en su informe anual sobre derechos humanos que Cuba es una “Democracia de partido único”. Tal declaración debería ruborizar a Europa y encender las alarmas de cualquier demócrata, y plantear la pregunta de ¿por y para qué negociar con la última dictadura de occidente, un régimen agotado y arruinado?

La respuesta sería simple: interés económico. No importa (y esta es la afrenta) que ello signifique continuar esquilmando al ya empobrecido pueblo cubano. Abundan los pescadores de ríos revueltos y en los regímenes totalitarios la opacidad, el fraude, la malversación, la extorsión y el contubernio son cotidianos. Un cauce ideal para el escamoteo.

Aun así, algunos gobiernos europeos se han apresurado a ratificar esta injuria. Para ellos no cuenta el ultraje de abandonar los principios morales y la suerte de una nación que languidece esclavizada.

Señorías, sus parlamentos no han ratificado todavía este Acuerdo, y tienen ustedes la oportunidad de revertir dicho proceso. Nuestra fe, el remanente de esperanza, el grato sentimiento de amparo y el tradicional concepto de la virtud europea se sostienen en ese fallo.

Los pueblos que ustedes representan no estarían jamás en desacuerdo con que exijan para nosotros los cubanos el mismo trato que defendéis para ellos. Nosotros queremos continuar creyendo en la democracia y en los valores universales, tales como se concibieron en Europa. Pero si vuestra decisión la condiciona el cálculo político, entonces ganarán la simpatía del tirano y el agravio de un pueblo cautivo que sin dudas será libre, porque el futuro indudable es la libertad.

Fraternalmente,

Ángel Moya Acosta
Berta Soler Fernández
Félix Navarro Rodríguez
Iván Hernández Carrillo
José Daniel Ferrer
y Librado Linares García.

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