Con el inicio de la temporada de lluvia de este año 2017, comienza un Calvario para muchas familias cubanas. Imágenes como las que se muestran en las fotos que acompañan este artículo, se volverán a repetir en la localidad el Barón, en el Paradero San Juan y Martínez, de Pinar del Río.
Recordamos que el año 2016 fue un año en que las lluvias que golpearon el municipio entre el 3 y el 8 de julio, afectaron a más de 300 pobladores, muchos de ellos debido a las inundaciones. Sus bienes fueron afectados por las fuertes corrientes de agua que inundaron sus viviendas, otros muchos tuvieron que ser auxiliados por los vecinos, durmiendo incluso por varios días en mesas y suelos, incluidos los niños.
Esta situación ya ha vuelto a despertar la preocupación en la localidad a raíz de las recientes precipitaciones, aunque es un tema que se viene discutiendo por más de 20 años en todas las instancias municipales.
La situación en la actualidad se ha vuelto aún más compleja por la poca capacidad de los organismos a los que pertenece resolver el problema, y aunque en varias ocasiones se convocó a reuniones en la circunscripción, todo se quedó en una serie de planteamientos, que a la larga no cumplen las expectativas ni las necesidades de los que tienen que sufrir en carne propia el desamparo y la despreocupación de las instituciones sociales.
Muchos de ellos, en algún momento de sus vidas fueron reclamados por la Revolución a participar de la zafra de los 10 millones en el año 1970, a trabajos voluntarios, -los llamados domingos rojos-, días de la defensa e incluso a prestar ayuda humanitaria a otros países.
Cuando vemos la vulnerabilidad a la que están sometidos los niños que viven estás terribles situaciones no podemos dejar de pensar en las vanas palabra de nuestros gobernantes cuando nos dicen que se unen a la lucha y el compromiso por rescatar el medio ambiente y marginalidad de los niños. Son ellos, los niños, quienes más sufren con estás dificultades por enfermedades que se originan de estos casos climatológicos y que afectan severamente las comunidades como El Barón.
Viviendas inundadas hasta una altura de un metro y más, las pocas pertenencias que se tienen, en la mayoría de los casos perdidas. Sabemos que no somos inmunes a los problemas relacionados con el clima en nuestro país donde nos azotan huracanes y lluvias intensas, pero nos dicen desde las tribunas y la televisión que somos una potencia, y que Cuba es un pueblo unido ante eventos como estos, entonces por todo lo expuesto, porque los organismos pertinentes no han tenido la convicción de tener en tantos años una solución para este problema.
Hoy escribo no solo como defensor de los derechos humanos, no importa si somos unos de la derecha o otros de la izquierda, pero al final aunque no lo quieran ver así somos mano de un mismo cuerpo, y ese cuerpo es CUBA.
En el año 1948 al firmar la carta universal de los Derechos Humanos este gobierno aprobó lo que dice en su articulo #16, Inc-3: la familia es el elemento natural de la sociedad y tiene derecho a la protección del Estado.
Esperemos que se ampare a estas familias y que quede resuelto de una vez un problema que aún está latente; pero que no se haga con soluciones parciales e inconclusas y mucho menos con palabras vanas que caen siempre en saco roto.