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Cuba, la estrella de plata y la fractalidad (Segunda parte)

En la primera parte de este artículo expuse una visión premonitoria sobre Cuba simbolizada heráldicamente como una estrella de plata y como los padres fundadores que tutelan nuestra patria, desean un nuevo rumbo de libertad y progreso para nuestra nación, simbolizado este venturoso devenir del renacimiento con la visión de una estrella plateada en un firmamento poblado de astros.

Para este renacimiento soñado y esperado debemos cooperar todos con  esfuerzos en la medida de nuestras posibilidades. Además de proponer pequeñas acciones tendentes a acumular una masa crítica de “desencantados” del régimen propuse  aplicar a nivel social cubano el principio de la fractalidad.

Un fractal, es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o aparentemente irregular, se repite a diferentes escalas. Este concepto transportado al desarrollo social quiere decir que introduciendo determinados principios en las estructuras básicas de la sociedad cerrada cubana, por su fuerza intrínseca podemos lograr que se repliquen a nivel de toda la sociedad. Así, si logramos que en las familias, centros de trabajo, asociaciones y comunidades de diversa índole prevalezcan los principios de fraternidad, democracia, verdadera solidaridad, educación, respeto y libre emprendimiento que anhelamos, podemos replicarlos desde adentro de la sociedad hasta que se acepten al nivel macro social. Esta idea por supuesto que no es mía pero proporciona una verdadera arma de lucha pacífica para contribuir modestamente al RENACIMIENTO soñado de la nación cubana.

Este tema de la fractalidad es un tema virgen para Cuba y a través de ejemplos de aplicación práctica entre todos podemos construir este concepto. La primera piedra del edificio es aplicarlo permanentemente en nuestras relaciones interpersonales, saber escuchar y comprender al otro aunque nos repugnen sus ideas, dialogar, transmitir nuestros criterios, apoyarnos en las redes sociales para debatir y cuestionar muchas mentiras que nos inculcaron desde pequeños tales como “el mundo capitalista es muy malo, lleno de armas, violencia, drogas, prostitución, desempleo, mendicidad y enfermos muriendo por doquier sin asistencia médica, las personas son sumamente egoístas y sólo piensan en ganar dinero, en fin que fuera de Cuba no existe la felicidad”. Cuando éramos una isla en lo geográfico y en lo informativo no podíamos cuestionarnos estas falacias. Hoy en día sabemos muchas cosas que antes no conocíamos como por ejemplo que en casi todos los países del mundo coexisten la salud y la educación pública gratuita con la privada; que la democracia es una forma superior de gobierno a la dictadura, que la libertad de empresa y la prosperidad personal debidamente condicionada con el pago de impuestos y tributos sociales permite la creación de riquezas sociales e individuales.

Por último quiero decir que no estamos tan lejos como parece de radicales cambios en Cuba y la reconstrucción de la nueva arquitectura social, de lo que se trata es de preservar todos los valores útiles y positivos aprovechables  de las llamadas conquistas o logros sociales de la revolución, dando paso a las profundas reformas que se avecinan. El año próximo 2018 es crucial con el traspaso de la jefatura de gobierno a líderes que no poseen la “legitimidad” de los líderes históricos que hicieron la revolución cubana. Los nuevos decisores son oscuros burócratas partidistas que no gozan de la mística leyenda de los jerarcas históricos, sin relaciones de clientelismo político y eternas deudas de gratitud. Por otra parte la situación en Venezuela cada día se desestabiliza más y con la reciente salida de la Organización de Estados Americanos cualquier cosa se puede esperar.

Un posible escenario para la implosión del régimen sería la coincidencia de un vacío de liderazgo carismático en Cuba con la desestabilización total de Venezuela, la intensa y prolongada sequía sin la infraestructura adecuada para contrarrestarla, un destructivo huracán, factores que derrumbarían la precaria y artificial economía cubana empujando a las autoridades a realizar importantes e irreversibles concesiones tal como pasó en  los años 1995 y 1996 cuando se autorizó la tenencia del dólar USD, surgió la doble moneda y como consecuencia de ello las tiendas recaudadoras de divisa en moneda convertible.

Ese día llegará, el día 0, el día del viraje. El cómo saber que el día esperado llegó y como actuar será objeto de un próximo artículo.

Para ver la primera parte de este artículo aquí: http://observacuba.org/cuba-la-estrella…ad-primera-parte/

 

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