Madrid, 12 de abril de 2024
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de Julio César Góngora Millo, tras considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Cuba. Así lo dió a conocer este jueves el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid, organización que representó al activista, tras notificarse de la Resolución 21/2024.
Para la CIDH el activista “se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, toda vez que sus derechos a la vida, salud e integridad personal enfrentan un riesgo de daño irreparable”.
La CIDH exige al régimen cubano que: a) Adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad de Góngora Millo; b) adopte las medidas de protección que resulten necesarias para que pueda continuar realizando sus labores de defensa de derechos humanos, sin ser objeto de amenazas, intimidaciones, hostigamientos, y actos de violencia. Lo anterior, implica, entre otras medidas, que el Estado brinde las atenciones médicas correspondientes para que pueda realizar sus labores; c) Informe sobre las acciones adelantadas a fin de investigar los presuntos hechos que dieron lugar a la denuncia internacional.
La resolución recoge una serie de actos represivos que ha sufrido el activista por su labor opositora, así como su grave situación de salud, en gran medida provocada por la falta de atención médica adecuada.
La Comisión ha sido informada de que el propuesto beneficiario ha estado expuesto a los siguientes hechos: actos de amenazas atribuidos a agentes estatales en su contra y contra personas allegadas a él; seguimientos por parte de agentes estatales con el fin de impedir su participación en el evento de conmemoración del día internacional de los derechos humanos; vigilancia constante en su vivienda por agentes de seguridad del Estado cubano; asedio y acoso directo de agentes estatales; agentes estatales impedirían que salga de su casa; y cortes del servicio de internet, entre otros. Para la CIDH, “los eventos que enfrenta el propuesto beneficiario tendrían como objetivo prohibirle celebrar reuniones con los demás miembros de su organización e impedir su participación en actividades cívicas de contenido político independiente.”
El texto hace referencia a que el activista tiene una cistostomía permanente y una herida abierta en la zona del piso pélvico desde hace 11 años, con riesgo alto de infección.
“Se informó que necesitaría un tratamiento de curaciones diarias con los insumos adecuados (apósitos suficientes y soluciones antisépticas), y una eventual evaluación para explorar una cirugía que pueda cerrar esa herida. No obstante, se le negaría atención médica especializada e intervención quirúrgica eficaz por ser considerado ‘disidencia’ y ‘oposición’ al gobierno”
Se argumentó que la dirección del Hospital “Abel Santamaría”, de la ciudad de Pinar del Río, negó al propuesto beneficiario el acceso a su historial clínico. También, se le ha negado una resonancia magnética, presuntamente, por no estar disponible este servicio para “personas contestatarias al sistema político”.
“Los episodios recurrentes de infección habrían sido resueltos con antibióticos suministrados por fuera del sistema de salud cubano. Se alegó que se le prohibiría recibir medicamentos o insumos curativos enviados del extranjero”.
“Por insistencia personal, varios especialistas le han atendido en el mismo Hospital Provincial, pero ninguno decide proceder ni dar cuenta a otros médicos para resolver la problemática. Se señaló que existirían órdenes del Ministerio del Interior para no tratar su situación”.
Para el OCDH, “la resolución de medida cautelar es contundente en cuanto a reconocer la gravedad y urgencia de la situación de Julio César Góngora Millo, después de tantos años de represión, indolencia y desidia por parte del régimen, y cuyos derechos a la vida, salud e integridad personal enfrentan un riesgo de daño irreparable. En tal sentido, el OCDH hace un llamado a la comunidad internacional, en especial al gobierno norteamericano, para que facilite que Góngora Millo sea atendido en Estados Unidos, tal y como lo han solicitado un grupo de amigos del activista, para lo cual necesitaría un visado humanitario por razones médicas”.