Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Chile decide alejarse del socialismo del siglo XXI y elige a Sebastián Piñera como nuevo presidente

Chile tiene nuevo presidente. Los ciudadanos decidieron cambiar de rumbo y alejarse del socialismo del siglo XXI representado por Michelle Bachelet y en el que estuvieron sumergidos los últimos cuatro años.

Aunque Alejandro Guiller, candidato oficialista, había tomado fuerza después del desarrollo de la primera vuelta, debido a que los excandidatos presidenciales de izquierda decidieron darle su respaldo, entre ellos Beatriz Sánchez, quien había alcanzado el 20,2 % en aquella ocasión, lo que para algunos podía asegurar la victoria de Guiller, fue Sebastián Piñera, expresidente de Chile, quien se impuso en segunda vuelta.

Con el 99,9 % de las mesas escrutadas, Piñera logró sacarle una importante e irreversible ventaja al candidato oficialista, pues se impuso con el 54,57 % (3.794.549 de votos), mientras que Guiller obtuvo el 45,43 % (3.158.513 de votos), más de nueve puntos porcentuales por debajo del nuevo presidente.

Guiller acepta la derrota

Al conocer los contundentes resultados, Alejandro Guiller no solo admitió la derrota, también afirmó que esta había sido dura y que Piñera había sido lo suficientemente inteligente al apropiarse de propuestas realizadas por Nueva Mayoría.

“Quiero felicitar a mi contendor Sebastián Piñera, a quien ya llamé para felicitar por su impecable y macizo triunfo”, afirmó el oficialista, y añadió “Esta fue una derrota dura”.

Posteriormente, Guiller se dirigió al Hotel Crowne Plaza, sede de Piñera, para admitir personalmente su derrota y felicitar al nuevo presidente. En el lugar Guiller afirmó que suoposición “será […] constructiva, creo que Chile tiene una agenda donde tenemos muchos acuerdos a nivel nacional y va a haber una colaboración eficaz para que tengamos un muy buen Gobierno”.

Palabras de Piñera tras su triunfo

Con Guiller a su lado, el presidente electo de Chile llamó a la unidad y afirmó que lo que necesita el país en estos momentos es “acuerdos, más que enfrentamientos” e informó que invitará a “los expresidentes de Chile para recibir su sabio consejo y valiosa experiencia. Y voy a proponer a todas las fuerzas políticas y a todos mis compatriotas acuerdos nacionales para abordar los grandes problemas que afectan a los chilenos”.

También afirmó que sus principales metas serán crear nuevos empleos, asegurar mejores salarios, mejorar el sistema de salud y ofrecer una “educación de calidad a nuestros niños y jóvenes”, además de “iniciar un nuevo y mejor trato con nuestra clase media, nuestros adultos mayores, nuestras mujeres y niños, nuestros discapacitados, nuestro mundo agrícola rural y nuestras regiones”.

También aseguró que otro de sus objetivos sería “combatir la delincuencia y el narcotráfico con mucha mayor fuerza, voluntad y eficacia”.

Una derrota para la izquierda latinoamericana

El triunfo de Sebastián Piñera no solo representa un fuerte golpe para la izquierda chilena, también es una estocada para la izquierda latinoamericana. Esto debido a que Chile era uno de los pocos países del hemisferio en donde la izquierda aún tenía un fuerte poder. Con el triunfo de Piñera, la izquierda se sigue debilitando con el pasar de los años en cada país.

Un ejemplo de ello es Ecuador, en donde el correísmo se vio fracturado por los constantes enfrentamientos entre el expresidente Rafael Correa y su sucesor, Lenín Moreno, lo que ha generado una división tanto en Alianza País, partido oficialista, como al interior de las entidades estatales.

Por su parte, Venezuela, que en algún momento fue el pilar del socialismo del siglo XXI, ya no tiene la suficiente fuerza a nivel internacional, pues las sanciones de EE. UU., Canadá y la Unión Europea, al igual que los constantes defaults ocasionados por la crisis económica en la que se encuentra PDVSA, la principal fuente de dinero del chavismo, han hecho que la dictadura de este país decida centrarce en mantener el poder a nivel interno.

Uno de los primeros países fuertes donde el socialismo perdió el poder fue en Brasil, con la destitución de Dilma Rousseff por corrupción; posteriormente perdió a la Argentina, tras el triunfo de Mauricio Macri sobre
Daniel Scioli, el candidato de Cristina Fernández. Ahora la izquierda se encuentra relegada a liderar a los países más pequeños, como lo son Bolivia, Uruguay, Nicaragua, Cuba, entre otros.

Sin embargo, tras cada nueva elección un nuevo régimen socialista cae.

Tomado de es.panampost.com

COMPARTE:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest