Sr. David Sassoli
Presidente del Parlamento Europeo
Estimado Sr. Sassoli,
Por la prensa hemos conocido sobre un supuesto correo electrónico dirigido al eurodiputado Javier Moreno Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), referido a la inminente presentación ante el pleno del Parlamento Europeo de una propuesta de declaración sobre la violación de los derechos humanos en Cuba.
Según publicó el diario español ABC, el correo enviado por Pilar Ruiz Huélamo, quien trabaja en el grupo de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, decía:
«PPE y RENEW han pedido un punto en el próximo pleno sobre la situación en Cuba, declaración de Borrell con resolución. Uno de los puntos que quieren denunciar es el descrito en este manifiesto que han firmado ya 5 diputados. Como sabéis, va a ser difícil poder pararlo, no tenemos mayoría. Me pregunto si queréis avisar vosotros a la Embajada de Cuba o aviso yo a Heidy. El gabinete de Borrell ya está al tanto. ». (el subrayado es nuestro)
Según informaciones que han trascendido la respuesta del despacho de Moreno Sánchez fue: «¡Gracias por la info! Avisamos a la Embajada».(el subrayado es nuestro).
En base a la información publicada, como organización con sede en Europa y que tiene como función principal la defensa de los derechos humanos en Cuba, queremos manifestar nuestro asombro porque este tipo de actuaciones de clara connivencia con el régimen cubano ocurran en el seno del Parlamento Europeo.
¿Es normal que funcionarios vinculados con el parlamento o con algún grupo parlamentario avisen a la embajada de un país cuestionado por su trayectoria en materia de derechos humanos sobre los temas que tienen pensado proponer diputados de determinados grupos parlamentarios sobre ese país?
Ante lo desconcertante de estos hechos, no es un despropósito que nos preguntemos si contactar, viajar y visitar el Parlamento Europeo es una actividad segura para la integridad física y/o moral de quienes disienten con el gobierno cubano.
Destacados colaboradores de nuestra institución e importantes activistas de la oposición y sociedad civil cubana han visitado las instalaciones del Parlamento Europeo en los últimos años. Normalmente, como parte del proceso de acreditación para entrar a las oficinas del parlamento, hemos tenido que enviar previamente los nombres, apellidos, pasaportes, de los visitantes. ¿Corrieron estos cubanos algún riesgo en las instalaciones de la soberanía europea y en Bruselas, si como pareciera desde allí se facilita información a la embajada cubana? Vale la pena decir que los demócratas cubanos estamos lidiando con un régimen que incluso amenaza con enjuiciar «en ausencia» a exiliados que critiquen la situación en la isla y que algunas de las personas en riesgo son ciudadanos europeos.
Queremos creer que esto se trata de un hecho casual y aislado y que solamente involucra a personas individuales, pero honestamente nos preocupa que este tipo de actuaciones pudieran tener consecuencias más graves en términos de seguridad.
Estas cuestionadas actuaciones, junto a las del todavía embajador de la Unión Europea en Cuba, nos obliga a sugerir una revisión institucional de la política europea hacia Cuba, en la que se ponga como centro del debate la difícil realidad política, social y económica de la sociedad cubana y no las prioridades del régimen.
Cordialmente,
Alejandro González Raga
Director Ejecuivo
Observatorio cubano de derechos humanos (OCDH)