Mientras Raúl Castro anda enredado con la unificación monetaria sin saber muy bien qué hacer, y los banqueros internacionales le mandan un cariñoso recordatorio para ver si paga las deudas, en Cuba están pasando cosas.
Y muchas de ellas buenas, y en el camino correcto pese a que el régimen sigue poniendo dificultades y obstáculos. Afortunadamente, iniciativas que están al margen de la dirigencia política e ideológica del país y que están intentando recuperar el tiempo perdido o, como en este caso, intuir por dónde debe ir el futuro para ponerse en la vanguardia.
Este es el motivo que me lleva a presentar en este post del blog Bulevar Cubano, un escaparate de productos “made in Cuba”, en suma, la primera tienda online enfocada al consumidor de dentro de la isla que ofrece productos y servicios diseñados por emprendedores, como camisetas, joyas, bolsos de piel o jabones artesanales.
Tres jóvenes informáticos están detrás de esta iniciativa. O mejor al frente. Yunier Soler, Yoslandy López y Gerardo Rodríguez. Los medios informan que en una sola semana de funcionamiento ya han logrado cuatro ventas cuando aún el portal apenas se ha dado a conocer.
En Cuba siempre hubo magníficos comerciantes. La tecnología de aquellos empresarios líderes en la distribución y el detall de los años 40 o 50 del siglo XX se trasladó a otros países del mundo, como España, dando lugar a fenómenos del comercio como El Corte Inglés. En la década de los 50 del siglo pasado, Cuba estaba a la vanguardia del mundo en técnicas de marketing y distribución comercial. Los medios de comunicación de la isla, especialmente activos en el negocio de la publicidad, apostaban por estrategias avanzadas que en países de Europa tardaron 50 años en lanzarse.
No es extraño, por tanto, que tras el destrozo ocasionado por la llamada “revolución” en el sector comercio, con expropiaciones y nacionalizaciones, y la consiguiente pérdida de capital humano e inversiones, este portal de comercio online tenga para muchos un significado muy importante. Es como presenciar el nacimiento de una Microsoft cubana en el garaje de la casa familiar de Gates. Iniciativas como este portal suelen tener éxito, si encuentran un entorno adecuado para su desarrollo. El problema es si Cuba en este momento presenta las condiciones más adecuadas para el comercio online.
Destacar que no es la primera plataforma en línea que empieza a funcionar en la isla. Ha habido otras antes que se han orientado a la venta en el mercado internacional, con éxito relativo. Bulevar Cubano presume de apostar por producto cubano, fabricación nacional a cliente interno. Además, esta posición en el mercado se beneficia del hecho que en la isla no funcionan comercios online de alcance mundial como Amazon, eBay, Alibaba, Asos o Zalando, por cuanto no existe la posibilidad de pagos en línea ni tienen la posibilidad de enviar a Cuba los pedidos realizados por los clientes.
El comercio online en Cuba está en el paleolítico. Algunos datos son descorazonadores, si se tiene en cuenta que el régimen no ha permitido la extensión de la red hasta 2015 al reconocer que el hostigamiento y la prohibición resultan imposibles en la sociedad de la información y el conocimiento. Además, en Cuba tan solo hay 4,5 millones de usuarios de internet en una población de poco más de 11 millones. Una de las ratios más bajas del mundo y además a unos precios prohibitivos que fija el monopolio autorizado para dar servicio, Etecsa. Mucho camino hay que recorrer.
No obstante, me parece meritorio el objetivo de Bulevar Cubano de querer funcionar como una tienda online en la realidad cubana, aunque me pregunto cómo se podrán realizar los pagos de los productos cuando la mayoría de la gente en Cuba no sabe lo que es cobrar el sueldo por transferencia bancaria, carecen de tarjetas de crédito o débito y no tienen posibilidades de hacer pagos en línea. Los avances en estas prácticas, usuales en cualquier país del mundo, no se producen rápido. Habrá que esperar años para la normalización.
Cierto es que el embargo de EEUU puede suponer un obstáculo, de momento, el uso de plataformas como Pay Pal, pero no conviene quedarse solo con una. Existen otras muchas alternativas para realizar esos pagos que los bancos, cuando son competitivos y ágiles y no dependen de la obediencia del estado, los ofrecen gratuitamente a sus clientes. El argumento del embargo, esta vez, carece de fundamento. Además, la fórmula del pago a reembolso existe y puede ser utilizada, pero en este caso, el problema puede estar en que, en ausencia de empresas privadas de transporte y mensajería en Cuba, este servicio solo lo puede dar Correos, y no es fácil pensar en capacidades para adaptarse a los requisitos del comercio online.
Luego está el problema de qué vender. La manufactura cubana procedente de “empresas estatales” que tienen problemas de suministro, que no garantizan la continuidad de los suministros y que se caracterizan por bajos niveles de eficiencia, no parece muy recomendable. Los cubanos, en su amplia mayoría, siguen más preocupados por resolver la comida del día en algún punto de venta o mercado agropecuario, que pensar en internet. El potencial se me antoja limitado, y lo que es peor, al régimen no le interesa que este tipo de iniciativas prosperen.
Más interesante me parece la iniciativa de Bulevar Cubano de ofrecer la posibilidad a cualquier emprendedor cubano de ampliar el alcance de su actividad comercial, al permitir ofertar sus productos y servicios de manera gratuita en esta tienda virtual, sin necesidad de invertir en una página web propia. El problema es que la mayor parte de los trabajadores por cuenta propia no fabrican manufacturas, sino que están en el ámbito de los servicios en las únicas actividades autorizadas por el régimen a cuenta gotas. Algún diseñador de ropa y accesorios, las tiendas de decoración y artesanía, desarrollador web u organizador de eventos son oficios y ocupaciones que canalizan sus servicios actualmente dentro de marcos muy estrechos que nada tienen que ver con el marketing moderno, y mucho menos con el comercio online.
Le deseo a Bulevar Cubano los mayores éxito. Seguiré de cerca su andadura y daré todo mi apoyo en la medida de mis posibilidades. Este tipo de noticias en Cuba me hacen pensar que la experiencia de los últimos 59 años puede pasar a mejor vida, y pronto. Es cuestión de tiempo.