La policía cubana no anunció nunca las metas de su trabajo represivo para el año 2017, pero los analistas más lúcidos y enterados de la realidad nacional consideran que ya deben de estar preparando, en sus unidades secretas, las medallas, los diplomas, ascensos, cartas de reconocimiento y alguna bicicleta china para reconocer a las fuerzas que han alcanzado, con amplitud, más de cinco mil arrestos arbitrarios por motivos políticos a lo largo de la Isla en los últimos doce meses.
Los expertos criollos en derechos humanos han puesto sobre el tapete que, al finalizar el mes de noviembre, los represores habían mandado a las celdas por diferentes periodos de tiempo a 4,839 opositores, a la vez que reseñaba episodios de golpizas, mítines de repudio, allanamientos de domicilios, acosos, insultos personales, retenciones en sus domicilios y robos flagrantes de grabadoras, cámaras, dinero en efectivo y equipos de uso doméstico a disidentes y periodistas independientes.
Otro dominio en el que la policía ha intensificado su labor para esperar el año nuevo por todo lo alto y con las esencias del socialismo puras y bien conservadas es la prohibición de la salida temporal del país a un grupo de líderes opositores que incluye a Berta Soler, Oscar Elías Biscet y Jorge Luis Pérez (Antúnez), así como a una decena de comunicadores que hacen periodismo sin mandato en la geografía cubana. Tampoco dejaron entrar a su país a la señora Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá. Es decir, entra o sale quien quieran los gendarmes de aquella finca particular.
Los festejos de la policía y sus jefes ante la llegada del año 2018 están signados también por una tradición del sistema en materia del presidio político: un centenar de ciudadanos está encerrados en alguna de las 200 cárceles de la Isla por defender ideas contrarias a la ideología oficial y trabajar pacíficamente por la libertad y la democracia.
En medio de una creciente (y también tradicional) escasez de alimentos y medicinas, la eficacia de la labor represiva conforma un laberinto social en el que el castrismo ha hecho un aporte profundo al estudio de la vida del hombre sobre la tierra: Cuba es el único país del mundo en el que el porvenir inmediato se alcanza mediante la inmovilidad del atolladero del presente y el culto a los fracasos del pasado.
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