El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este martes la “ocultación masiva de información” sobre los efectos de la pandemia en Cuba, por parte del gobierno de Miguel Díaz-Canel, que pone en entredicho los datos oficiales sobre muertes y casos positivos, además de la escasa capacidad gubernamental para combatir la crisis sanitaria.
“Todos los días recibimos informaciones de nuestra red de observadores en la isla, donde se relatan escenas dantescas sobre la situación con el Covid-19. Los hospitales están colapsados en algunas provincias, los fallecimientos podrían triplicar las cifras oficiales y el sistema de salud cubano sencillamente se ha quebrado”, afirmó Alejandro González Raga, director ejecutivo del OCDH.
Los reportes de los observadores insisten en tragedias como la que se vive en el hospital provincial de Ciego de Ávila, “donde no hay enfermeros desde las ocho de la noche y existe un solo médico cubriendo tres salas de Covid”.
Además, los profesionales sanitarios no cuentan con los equipos de protección adecuados.
“No hacen un leucograma básico, no hacen rayos X, no hay jeringuillas, no hay anticoagulantes, no hay antibióticos, no hay vergüenza”, dijo al OCDH un médico de Ciego de Ávila.
Otra fuente médica aseguró: “Se está enfermando gente, no importa cuál vacuna cubana recibiera. Igualmente se mueren. Lo único cierto es que esas estadísticas no se reflejan en ningún lado. Es parte de la política de este gobierno, tratar de aparentar una tranquilidad que no existe”.
“No hay cómo tratar pacientes en Cuba, ni complementos tan simples como el oxígeno. Es duro y triste (…) Nos estamos muriendo poco a poco. Aquí en Guantánamo estamos cayendo como moscas, sin palabras”, dijeron otros dos médicos al OCDH.
Los testimonios recibidos reflejan falta de personal, de camas, oxígeno, oxímetros de pulso, medicamentos básicos y la manipulación de los certificados de defunción.
“Esta última denuncia se repite en todas las regiones del país. El gobierno ha decidido no mencionar el Covid-19 como causa en documentos oficiales de defunción de centenares de personas. A cambio registra que falleció por tromboembolismo pulmonar o neumonía”, añadió González Raga.
El fin de semana pasado se dio una situación dantesca en Santiago de Cuba, donde un centenar de cadáveres se apilaron en el hospital provincial, sin refrigeración, según funcionarios cercanos al problema: “Tuvieron que buscar camiones para llevarlos a los cementerios, no había ni suficientes ataúdes. En Santiago están enterrando fallecidos en fosas comunes de los cementerios de Siboney, El Cobre, Juan González y El Cristo, por falta de capacidad. Ninguno de esos muertos está en las cifras oficiales de fallecidos”.
“Llamamos al gobierno de Cuba a pedir y aceptar toda la ayuda humanitaria internacional, y no de forma selectiva, como ha venido sucediendo hasta ahora. El problema es grave. La ocultación masiva de información sobre la saturación de los hospitales, la falta de insumos médicos básicos y la falsificación de los certificados de defunción, para ocultar el motivo de las muertes, resultan intolerables y deben ser denunciados. La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud deben actuar inmediatamente”, finalizó González Raga.