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Lo procesos sociales de la mujer cubana

Una de las transformaciones más importantes por su impacto socioeconómico y en la estructura social de Cuba, ha sido la extensión de una profunda crisis económica por más de 20 años y su impacto en la mujer.

Las políticas del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social de la República de Cuba orientadas a la mujer en estado de vulnerabilidad se relacionan con la reinserción social a través de vínculos laborales, criterio que no toma en cuenta la fragilidad de las relaciones socio-económicas en el país, aunque la problemática vaya más allá y se exprese en factores de género:
-Embarazo, lactancia, limitaciones alimenticias prenatales y postnatales.

-Incapacidades físicas en la vejez, problemas físico-motores y enfermedades crónicas.
-Escaso control de la salud reproductiva y el tamaño de la familia.

-Menos ingresos, más dependencia económica en otras personas.

-Inaccesibilidad a recursos económicos: pensiones y créditos.

-Más responsabilidad hacia otras personas: niños, ancianos, enfermos e incapacitados.
-Menor poder de decisión en el hogar y participación meramente formal en organizaciones políticas.
-Mayor riesgo de violencia doméstica y explotación sexual.

-Propensas al abandono de la pareja y por consiguiente único sostén económico de la familia.
-Empleadas a tiempo parcial de forma frecuente en el sector privado, catalogadas como objeto sexual ante el público.
-Dependientes al otorgamiento de círculos infantiles (guarderías).

-Aislamiento de actividades sociales frecuentemente.

-Sujetas a ¨ciertas vulnerabilidades¨, es decir mujeres empobrecidas, criando familias en viviendas con malas condiciones constructivas, desempleadas y que subsisten bajo explotación sexual.
Incide notablemente en las condiciones de vida de las cubanas la emigración del campo a la ciudad lo que representa la actualización de domicilio y la tramitación pertinente, con un costo que las mujeres tienen dificultad de pagar, y con la desventaja de no poder acceder a ninguna fuente laboral porque son denunciadas y deportadas a sus provincias.

Otro elemento es el aumento de número de mujeres en estado de vulnerabilidad social en Cuba, que se bebe entre a factores socio-ambientales que exponen a condiciones de riesgo a la mujer.
Claro, no todas las mujeres están igualmente expuestas. Las vidas de las mujeres y los hombres en Cuba están marcadas por relaciones de género en un tiempo y una cultura concreta y por otros elementos como edad, estatus socio- económico, raza, origen étnico y movilidad social.
La generalidad es que las mujeres cubanas viven bajo condiciones de vida insegura, esto a estereotipado a la mujer como pasiva, indefensa y víctima necesitada frente a la emergencia, cuando, por lo contrario, las alienta a actuar de forma activa para proteger a aquellos que dependen de sus ingresos, así son de heroicas.
En muchos casos, el trabajo que realiza la mujer en el silencio de los hogares contribuye al ingreso familiar, siendo un recurso vital pues a veces es el único en la familia y que se relacionan casi siempre con el cuidado de la salud, educación, servicios, los que les dan destrezas para manejar ciertos desastres.
Factores claves o positivos de la mujer cubana:

-Papel de liderazgo en redes y organizaciones sociales a nivel local y comunitario, que promueven lazos sociales.
-Destreza de sobrevivencia y enfrentamiento a crisis económica, así como preservación de alimentos y cuidado de la salud.

-Especialización ocupacional en trabajos claves para la recuperación de la crisis económica, tales como maestras, psicólogas y médicos.
-Conocimiento cultural e historiadoras locales, muy a menudo conservan las historias de un vecindario, comunidad o familia, estos son recursos disponibles.
En este escenario, el empoderamiento de las mujeres es más necesario que nunca, tal como reconocen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en particular, en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
La sociedad civil cubana debe fortalecer su papel a partir del empoderamiento de la mujer en estado de vulnerabilidad social, a través de la formación en capacidades en el nuevo milenio.

Bibliografía:
-ECHAVARRÍA, D. (2014). Trabajo remunerado femenino en los momentos de transformación económica. Revista Comunicar, Edición No.17, Revista Científica de Comunicación y Educación, ISSN 1134-3478. La Habana, 2014.
-DOMINGUEZ, ISABEL (2018). La mujer joven. Inserción y proceso social. Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociaológicas, La Habana, 2018.
-INFORME ANUAL DEL PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAD PARA EL DESARROLLO 2018 (2018). Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS).
Naciones Unidas, 2019.
-MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL DE LA REPUBLICA DE CUBA (2016) ¨Apuntes para la conceptualización del nuevo modelo económico cubano de desarrollo socialista¨, La Habana 2016.

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