En la provincia de Villa Clara se han venido implementando, como en el resto del país, medidas de regulación para distintos productos alimenticios y de aseo personal, pero, a pesar de la venta regulada de estos productos, el acceso a estos productos se dificulta y el descontento social aumenta ya que la oferta en los distintos mercados ha sido muy baja en comparación a la demanda de cada uno.
En este mes de Junio, la provincia de Villa Clara cuenta en sus reservas con 19 toneladas de MDM (masa deshuesada mecánicamente o picadillo de pollo), 79 toneladas de salchichas, 120 toneladas de sal (estas ya han ido siendo distribuidas y agotándose también), y 135 toneladas de pollo, según informaba el Consejo de Administración de la provincia.
La ciudad de Villa Clara cuenta con una población de más de 764000 habitantes, un mercado extenso basado en la actividad cuentapropista, donde estas cifras siguen siendo insuficientes, esto sin contar, el descenso numérico que hay en el camino a recorrer entre la Reserva de la provincia y la mesa familiar o del trabajador cuentapropista.
Además de estas regulaciones, el gobierno de Villa Clara, con o sin la aprobación del Ministerio, ha decidido que en la Política de Distribución no existe la posibilidad de vender las salchichas “reguladas” a los pobladores de las zonas rurales de cada uno de los 13 municipios villaclareños (salchichas a precio de mercado estatal : 24 pesos)
Anteriormente, los chícharos iban a ser regulados igualmente, a 5 libras por núcleo, ahora los encargados de “repartir lo que toca”, consideraron que venderían sólo 10 onzas por consumidor.
Tras la creación de un mercado regulado para canalizar la venta de alimentos para el trabajador por cuenta propia, se había decidido vender a precio normal hasta 50 kgs de arroz a cada uno, aunque hasta el momento sólo se pudo efectuar la venta de 50 libras de este producto.
Estas son algunas de las modificaciones implementadas en la era post-regulatoria en Villa Clara; mientras se intensifica la escasez aparecen medidas de contrapartida que en vez de beneficiar, aumentan el temor a la desaparición de productos y el posible racionamiento por la libreta de abastecimiento de cualquier producto básico para la población.
