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Sobre la primera entrevista al Presidente

El 19 de abril del presente año, marcó un nuevo comienzo en la Historia del país, muchos creyeron que sería el inicio del tan ansiado proceso de transcisión en Cuba; al fin terminaría el dominio castrense y debutaría al mando del gobierno, un presidente con nuevas estrategias en donde, afortunadamente, el pueblo tendría la libertad de decidir por su propio destino.

Luego de 5 meses de mandato, por primera vez, el presidente de la República de Cuba alzó su voz para emitir su opinión acerca de los problemas nacionales e internacionales que afectan el país, y como fiel seguidor del legado histórico, o podría decirse, del legado autonomista, manipulador y totalitario, reafirmó su posición inclaudicable a las figuras representativas que han llevado por más de medio siglo su hegemonía a Cuba y América Latina.

Quienes aún creyeran que éste sería el inicio del fin del totalitarismo, el centralismo y la dictadura en Cuba, se dieron de bruces cuando el presidente en ejercicio comentó que el pueblo le pedía que no le fallara a Fidel, ni a Raúl; cosa ésta que aún no entiendo quien haya podido pedirle. ¿Acaso los cubanos en su totalidad padecen el Síndrome de Estocolmo?…

La entrevista realizada en el Palacio de la Revolución de la capital cubana tuvo una duración de más de una hora, en donde la conductora del Canal Telesur, enfatizó en los recientes debates de la Reforma Constitucional; cuestionando de una forma muy diplomática, el por qué de esta reforma, si, según la cúpula, el problema mayor radica en el ya repetido y culpable bloqueo, a lo que él respondió que se hacía necesaria la reforma para acloparse a la actualidad internacional, y sentenció…..”No estamos en una burbuja de Cristal”… (????)

Acerca de la oposición cubana que intenta llevar el No a las urnas, respondió que sólo somos una minoría que no respondemos a un proyecto nacional y textualmente expresó que somos….”un enjambre anexionista, financiado por los Estados Unidos….un pequeño grupo sin apoyo social…de doble moral….que se niegan a participar del debate y que saben fragmentar la unidad…la rupturas son parte de la estrategia de instauración colonial e imperial”.

El presidente explicó, a duras penas, el por qué de un partido único, excusándose con los fundamentos históricos de la mal llamada Revolución, y el papel desempeñado por el mismo en los 60 años de monopartidismo; nada más lejos de la cruda verdad de las pocas libertades que hoy reinan en el país.

La conductora, por otra parte, hacía preguntas un poco captiosas que evidenciaban la necesidad de explicaciones concretas y no de repetir estribillos caducados y mal redactados, a lo que el mandatario demoraba sus explicaciones, con relatos nada importantes acerca de cualquier tema no preguntado, con la esperanza de restarle importancia a las preguntas.

En toda la exposición no admitió la oposición cubana, obvió sus motivos y señaló a la juventud como culta, educada, que necesitaba de mejoras tecnológicas y desarrollo; es decir que para el presidente de Cuba,  los jóvenes de hoy sólo necesitan internet… no libertad…

Otros temas fueron tratados, pero siempre el gran culpable el “imperio americano”, era el gestor de la crítica situación en Cuba y América Latina.

Al hablar del expresidente Raúl Castro señaló que está presente, activo en todo los que se hace y dijo textualmente…” Cuanto con el apoyo de Raúl, todos los días está pendiente de todo lo que se hace, pide información de lo que estamos proponiendo, aconseja de una forma muy sincera, sin imponer nada;  el es como un padre que me guía y a la vez, me está dejando caminar..¡Eso le da confianza al pueblo!….”

¿Confianza?… La mayoría de las personas en Cuba, perdió la confianza hace muchos años, más bien, esperamos con ansias, un cambio real a gran escala de gobierno y soñamos con un mañana muy diferente al expuesto en la entrevista.

El presidente de Cuba evidenció su carácter intolerante hacia la oposición cubana y reafirmó su incondicional apoyo a aquellos que decidieron ponerlo al mando del país, incluso aunque sólo sea de cabeza de turco.

¿Qué se puede esperar entonces para el futuro del país?

Nada de cambios a nivel interno, nada de libertad, nada de pluripartidismo, nada de democracia.

Más  centralización, más intolerancia, más dictadura, más hegemonía.

A la oposición cubana, a pesar de no ser reconocida abiertamente por los directivos del gobierno, sólo les queda ejercer su voto mediante el No en las urnas, en los próximos meses y reafirmarse en el papel de ejecutor directo del proceso de transcisión, mediante la unidad total de  sus filas y el apoyo certero de los medios internacionales.

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