En las últimas semanas del mes de junio y principios del mes de julio, se recrudeció la ofensiva oficial contra el incipiente sector privado, ya que su impulso emprendedor en el sector de la gastronomía y los servicios ha ido desplazando al deficiente sector empresarial estatal de las preferencias de los clientes, tanto nacionales como extranjeros. Se han dictado una serie de medidas regulatorias para impedir la expansión y extensión de este sector que ha tenido un peso considerado en los resultados económicos del semestre en la formación del PIB.
Se conoce que se han detenido las licencias para abrir nuevos hostales y paladares privados, muchos de estos empresarios como el del municipio de Remedios, provincia de Villa Clara, le prohibieron hacer una piscina en su hostal alegando problemas del manto freático, cuando en realidad lo que se quiere es impedir que estas instalaciones compitan con los flamantes hoteles administrados por el MININT y por las FAR. Se han retirados cientos de licencias, lo que parece indicar otro nuevo retroceso hacia más estatismo y más centralización.