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Las próximas Elecciones Generales en Cuba

El pasado 14 de junio, El Consejo de Estado de la República de Cuba convocó a elecciones generales para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, que se efectuarán en primera vuelta el 22 de octubre de 2017 y el 29 de octubre la segunda vuelta. También convocó a elegir a los delegados a las Asambleas Provinciales y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular aunque no fijó fecha para estas elecciones.

Este año tiene la característica de presentarse a nominación candidatos opositores por la iniciativa ciudadana Candidatos por el Cambio y la plataforma ciudadana Otro18, además de confirmarse el incumplimiento de la promesa efectuada por el mandatario Raúl Castro en el año 2015, en ocasión del X Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, ocasión en que afirmó se modificaría la ley electoral y ya ven las palabras se las llevó el viento, concurriremos a sufragios con la vieja Ley Electoral No 72 de 29 de octubre de 1992.

En mi criterio las elecciones en Cuba no son democráticas y sólo es un medio para legitimar a la clase política. Por lo que es válido analizar los argumentos de diversos sectores de la oposición cubana acerca de su participación o no en dichas elecciones.

Es oportuno puntualizar que el sistema electoral cubano se fundamenta jurídicamente en la Constitución de la República y en la Ley Electoral 72 teniendo como principios que el Partido Comunista de Cuba no propone, nomina, ni promueve candidatos. La postulación por los propios electores y la no existencia de campañas políticas. Voto libre igual y secreto y transparencia de los comicios. El extranjero que lea estos principios pensará que las elecciones cubanas son perfectas, inspiradas en las ágoras de las ciudades polis-estados de la antigua Grecia. Pero la realidad es muy distinta a la teoría. La prohibición de los partidos políticos salvo el partido comunista gobernante, declarado fuerza dirigente superior de la sociedad y el estado en el artículo 5 de la Constitución no deja margen alguno a la democracia ni transparencia de los comicios. Incluso sólo pueden votar los cubanos residentes permanentes en Cuba, excluyendo así a los cubanos emigrantes. Tampoco los electores pueden nominar directamente a los miembros de las asambleas provinciales y nacionales del poder popular y mucho menos nominar los miembros del Consejo de Estado ni la dirección de las Asambleas a sus distintos niveles, esta tarea está reservada a los miembros de las comisiones de candidaturas que son miembros designados por las organizaciones políticas y de masas que a su vez son designados por la dirección del Partido Comunista de Cuba, la única imagen que me viene a la mente de esta tautología es la serpiente mordiéndose la cola.

Igualmente las distintas comisiones electorales a todos los niveles que rigen el proceso son designadas por el Consejo de Estado y conformadas por personas de confianza y muchos de ellos dirigentes políticos reciclados y por supuesto militantes del partido comunista. Esto se aprecia de una simple lectura de la prensa. Tomemos por ejemplo los 17 miembros de la Comisión Electoral Nacional presidida por la jurista Alina Balseiro Gutiérrez, dirigente y supervisora muchos años de la paraestatal Organización Nacional de Bufetes Colectivos, es militante del partido comunista de Cuba como casi todos los miembros de la comisión. Los 15 miembros de la Comisión Electoral Provincial de Camagüey son presididos por Mariano Basulto Pérez un veterano dirigente local por muchos años secretario del Gobierno Provincial y militante del partido comunista. Es como un juego de dominó, se remueven las fichas de un lugar a otro pero el juego continúa, siempre en favor del Partido Comunista y su cúpula gobernante.

Existen férreos mecanismos de control para impedir que la oposición pueda aprovechar los resquicios democráticos del proceso. Por ejemplo para nada es cierto que el Partido no postula ni elige. Antes de cada nominación en la circunscripción para candidatos a la Asamblea Municipal del Poder Popular se reúnen los llamados factores de la comunidad, o sea el núcleo zonal, delegación de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, ejecutivo zonal de los Comité de Defensa de la Revolución, secretariado de la Federación de Mujeres  Cubanas y un largo etc para decidir los candidatos a las elecciones de la circunscripción electoral. O sea que los electores van a las urnas para elegir candidatos previamente seleccionados bajo cuerda. Cualquiera que salga la vida sigue igual. Esto lo digo con total conocimiento de causa porque a mi mismo se me acercó hace mas de 15 años el secretario del núcleo zonal y ex-delegado para conocer mi disposición a ser candidato a las elecciones. Me negué alegando compromisos laborales y entonces me solicitaron conformar la mesa del colegio electoral, lo cual tuve que aceptar para mantener mi estatus laboral.

Cuando estos mecanismos de presión social no son suficientes entonces se llama a la caballería o se suelta la jauría e intervienen los órganos de enfrentamiento de la seguridad del estado que llaman a contar al potencial candidato independiente a las elecciones y lo mismo le pueden aplicar una condena sin delito a través de un expediente de índice de seguridad predelictivo por conducta antisocial que incoarle un delito común. Así tenemos ejemplos concretos en nuestra comunidad camagüeyana como el caso del pastor evangélico pentecostal Orson Vila. Quien hace aproximadamente 15 años fue condenado por abrir casas cultos sin permiso escrito de las autoridades. Se corrió el rumor ampliamente difundido que su verdadero delito era ser aclamado como candidato a las elecciones del Poder Popular en su comunidad para mejorar las condiciones de vida de la misma, ya que el pastor Orson adquirió verdadera popularidad en los Repartos la Rubia y La Mascota por su servicio a la ciudadanía. Orson fue condenado a prisión, recluido en la Prisión de Cerámica y luego fue indultado y abandonó definitivamente el país para USA donde sigue predicando la palabra de Dios. Doy testimonio fehaciente de todo ello porque presencié el juicio y la manifestación de sus fieles en la esquina de Cisneros y Hermanos Agüeros, que se mantuvieron pacíficamente cantando alabanzas a Dios mientras el Tribunal Municipal condenaba injustamente a su pastor.

Volviendo al pollo del arroz con pollo. ¿Que es más conveniente para la oposición cubana? ¿Participar en las elecciones a Delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular y aprovechar los resquicios democráticos de la ley electoral o abstenerse o anular las boletas para no legitimar unas elecciones espurias? Es mi criterio que si no funcionó en las elecciones anteriores el abstencionismo, hay que probar nuevos caminos, aunque las cifras de participación electoral han ido descendiendo ligeramente según se aprecia en el sitio oficial de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información ONEI, a pesar de que la presión social que significa en una sociedad totalitaria que te toquen la puerta de la casa para entregarte la cédula electoral y luego el día de las elecciones te vuelven a tocar los miembros del colegio electoral para saber por qué todavía no has concurrido a las urnas.

Las circunstancias sociales en Cuba han cambiado mucho desde el año 2012 cuando se celebraron las últimas elecciones generales. El desencanto aumentó exponencialmente, ya no están Fidel ni Chávez. Aumentó la emigración y se reanudaron las relaciones con USA. Las asambleas de rendición de cuentas de los Delegados a las Asambleas Municipales apenas se han podido celebrar por falta de asistencia y los Comité de Defensa de la  Unas elecciones con candidatos opositores en las circunscripciones electorales presionaría al régimen a quitarse la máscara y actuar antidemocráticamente o a realizar fraudes con el consiguiente costo político. Aunque improbable pudiera existir un escenario inédito de tener Delegados independientes u opositores a las Asambleas Municipales del Poder Popular lo que supondría una fractura a los principios de unidad totalitaria que sostienen al régimen. La pluralidad de ideas y voces en la nueva Cuba no puede ser amordazada eternamente.

Roberto Peláez

Camagüey, 3 de julio de 2017.

 

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